martes, 22 de septiembre de 2015

NEGRA PENA

"Permíteme, querida amiga Mar, que te dedique éstas letras. No son bonitas, pues no hablan de cosas bellas, pero sé, por propia experiencia, que a los monstruos del alma hay que mirarlos a la cara y sacarlos a la luz, como a las pesadillas,  para poder empezar a vencerlos,  poco a poco,  pero sin remedio. Con todo mi cariño.

NEGRA PENA

La más oscura noche siempre llega. 
Gritos de angustia, los cristales rotos. 
Un rayo negro que en el alma pega.
Negras alas de negros cuervos locos.

Mil llantos sin consuelo en ojos ciegos.
Corazones en sangrantes despojos. 
Palabras burdas, blasfemos reniegos. 
Almas sembradas de tristes abrojos.

Puños alzados, amenaza eterna.
Débil el insulto que a nada alcanza.
Cielo sordo tras cegada lucerna.
Clavada en el costado la cruel lanza.

Tú, tenebrosa parásita de almas.
Ánfora rota de lágrimas llena.
Ominosa pira de frías llamas.
Tres veces maldita seas, negra pena.

Pedro"

Permíteme, querida amiga Mar, que te dedique éstas letras. No son bonitas, pues no hablan de cosas bellas, pero sé, por propia experiencia, que a los monstruos del alma hay que mirarlos a la cara y sacarlos a la luz, como a las pesadillas, para poder empezar a vencerlos, poco a poco, pero sin remedio. Con todo mi cariño.

NEGRA PENA

La más oscura noche siempre llega.
Gritos de angustia, los cristales rotos.
Un rayo negro que en el alma pega.
Negras alas de negros cuervos locos.

Mil llantos sin consuelo en ojos ciegos.
Corazones en sangrantes despojos.
Palabras burdas, blasfemos reniegos.
Almas sembradas de tristes abrojos.

Puños alzados, amenaza eterna.
Débil el insulto que a nada alcanza.
Cielo sordo tras cegada lucerna.
Clavada en el costado la cruel lanza.

Tú, tenebrosa parásita de almas.
Ánfora rota de lágrimas llena.
Ominosa pira de frías llamas.
Tres veces maldita seas, negra pena.

Pedro