martes, 22 de septiembre de 2015

¿CÓMO EXPLICAR?

"Hace ya nueve años nos dejó la madre de mi mujer y cuatro años más tarde mi padre. Esto que paso a contaros es cierto, si bien algo poetizado, lo cuelgo pensando en todos los seres queridos que nos dejan y en como sobrellevamos nuestra pérdida. Gracias a todos por leerme.

¿CÓMO EXPLICAR?

Una noche estrellada, mi niño pequeño y yo,  mirábamos al cielo, en silencio los dos.
¡Oye, papá!, me dijo, ¿adónde fueron los abuelos?.
Me cogió por sorpresa, no supe que contestar. Pensaba en mi cabeza: ¿cómo le puedo explicar,  a un nene tan chico, la muerte,  el alma o la eternidad? 
Recordé entonces aquel dicho: "si deseas algo con mucha fuerza, se acaba convirtiendo en realidad". Y deseé con toda mi alma que mi historia se hiciera verdad. 
Mira cariño, le dije, ¿ves aquella estrella en el cielo? De todas, la que brilla más.
Con su dedito apuntó al lucero, ¿aquella me dices, papá?.
Pues cuando cuando los abuelos se fueron, viajaron hasta ella y ahora viven en un hermoso lugar:
Con prados de mil flores, con verdes y acogedores bosques, con lagos frescos y claros, y llenos de peces de colores.
¿Y están contentos, papá? 
¿Y cómo no lo van a estar?, si cada día es fiesta, con globos, caramelos, farolillos y música para bailar.
Allí nos esperan,  mi vida, y sonriendo nos mandan su cariño, de vez en cuando, podrás sentirlo.
Se acurrucó contra mí y mientras miraba al lucero una sonrisa le iluminó; ¡papá, creo que siento a los abuelos!, ¡se me ha calentado el corazón!.
Tan sólo espero que dentro de muchos años, cuando el que haya partido sea yo, que mi niño, a sus hijos les cuente, que en en aquella brillante estrella parecida a un pequeño sol, está el abuelo Pedro, sonriendo y enviándoles su amor.

Pedro"


¿CÓMO EXPLICAR?

Una noche estrellada, mi niño pequeño y yo, mirábamos al cielo, en silencio los dos.
¡Oye, papá!, me dijo, ¿adónde fueron los abuelos?.
Me cogió por sorpresa, no supe que contestar. Pensaba en mi cabeza: ¿cómo le puedo explicar, a un nene tan chico, la muerte, el alma o la eternidad?
Recordé entonces aquel dicho: "si deseas algo con mucha fuerza, se acaba convirtiendo en realidad". Y deseé con toda mi alma que mi historia se hiciera verdad.
Mira cariño, le dije, ¿ves aquella estrella en el cielo? De todas, la que brilla más.
Con su dedito apuntó al lucero, ¿aquella me dices, papá?.
Pues cuando cuando los abuelos se fueron, viajaron hasta ella y ahora viven en un hermoso lugar:
Con prados de mil flores, con verdes y acogedores bosques, con lagos frescos y claros, y llenos de peces de colores.
¿Y están contentos, papá?
¿Y cómo no lo van a estar?, si cada día es fiesta, con globos, caramelos, farolillos y música para bailar.
Allí nos esperan, mi vida, y sonriendo nos mandan su cariño, de vez en cuando, podrás sentirlo.
Se acurrucó contra mí y mientras miraba al lucero una sonrisa le iluminó; ¡papá, creo que siento a los abuelos!, ¡se me ha calentado el corazón!.
Tan sólo espero que dentro de muchos años, cuando el que haya partido sea yo, que mi niño, a sus hijos les cuente, que en en aquella brillante estrella parecida a un pequeño sol, está el abuelo Pedro, sonriendo y enviándoles su amor.

Pedro