martes, 22 de septiembre de 2015

LA LUNA Y EL RÍO


LA LUNA Y EL RÍO

Esta noche ha querido la luna,
bajar a bañarse al río.
Al rozar sus oscuras aguas, 
la pobrecita ha tenido frío.

Envidiosos juncos de la orilla,
por espiarla se han escondido.
Con el tremor de la preciosa,
las cañas secas se han reído.

No la espiéis, juncos verdes.
No riáis, cañas resecas.
Que aunque la luna, de frio tiemble,
aún temblando es, de mi alma, dueña.

Con su cuerpo de claro nácar;
nácar, plata y madreperla.
Luce su sonrisa tan blanca,
que me enamoro con solo verla.

Pedro