lunes, 14 de noviembre de 2016

AMANECE NUBLADO

Hoy amanece nublado.
El cielo preñado de gris,
cuelga denso y pesado,
amenazando sobre mí,
como un saco plomado.

Del ánimo hundido,
las negras palabras surgen
del corazón podrido,
que entre sombras huyen
con desgarrados aullidos.

No pretendo dejar salir,
pero pugnan feroces,
engendros que quieren parir
otros engendros atroces,
que tendrían que morir.

Y se estremece mi ser,
mi corazón sangra cieno.
No quisiera yo perder,
en ese horrible cielo,
la esencia de lo que es,
mi alma, mi faro incierto.

martes, 20 de septiembre de 2016

DUERME PEQUEÑO

Duerme, pequeño, duerme.
No temas al loco viento,
ni a la heladora escarcha,
ni al graznar del negro cuervo.

Que tu madre te arropa,
en su cálido pecho
y tu padre se enfrenta,
al monstruo de tu miedo.

Duerme, pequeño, duerme.
No te dañará el invierno.
El amor de tus padres,
será un castillo inmenso.

Hecho de mil caricias
y los más dulces besos,
cantarinas risas
y sus abrazos tiernos.

Duerme, pequeño, duerme.
No tengas un mal sueño.
Juega con tu cometa,
en el azul del cielo.


miércoles, 6 de julio de 2016

TU HOMBRO



A un centímetro de la piel
de la curva de tu hombro.
Estás dormida, no me ves,
inmerso en mi asombro.

Soy incapaz de mover,
mi dedo tembloroso,
que ansía recorrer
el centímetro cruel.

Que me separa de tu piel.

Que me aparta de tu hombro.

Pedro

lunes, 20 de junio de 2016

TARDES DE ESTÍO

Hoy preso estoy, mi amor,
soñando en cárcel de hastío.
Sufriendo tortura mi corazón.
Teniendo mi cordura en vilo.

Anhelos de aquellas tardes,
del cálido y susurrante estío
Entre velos y sedas, naranjos y olivos,
tú encendido edén, yo gélido río.

Río que lame tu orilla,
en torrente convertido.
Rozo tu flor oculta,
con suaves besos fríos,
y recojo de tu tersura,
preciosas gotas de rocío.
Diminutos diamantes líquidos,
sobre paños de oro bruñido.

Tus ojos suplican que apague,
el infierno alojado en tu ombligo.
Y demoro inundarte con mis aguas.
Me niego a perder el sentido,
en tus ansias de amor salvaje,
en tu éxtasis de oscuro olvido.

Pedro.

martes, 19 de enero de 2016

HAY DÍAS

Hay días en los que hay gente;
rebaños humanos que ríen,
gritan, bailan y corren.
Todos van al unísono,
sin destino ni norte,
en una suerte de carrusel,
que la locura propone.
Luces de colores destellan
como cromáticos soles.

Hay días en los que no río,
en los que me niego a montar
en el carrusel del destino,
en los que mis ojos espejan
de mi corazón el vacío.
Las risas impertinentes se alejan
y no encuentro ningún sentido.

Hay días en los que mi ser,
en gris mortaja se anida,
en negra cueva se oculta,
huyendo del bullicio de la vida,
del ansia febril de la gente,
maldita ola que golpea los muros;
incansable,
insistente,
levantados en torno del alma mía.

Hay días...