El pequeño mira,
con su puñito apretado,
el ceño fruncido,
al horizonte lejano.
Su velerito espera,
varado en la arena,
a que el capitán
decida izar la vela.
Temor siente
de lanzar su navío,
a las aguas oscuras
del mar bravío.
Y con gesto adusto,
el pequeño asiente.
Y su pequeño barquito,
bota al mar, valiente.
con su puñito apretado,
el ceño fruncido,
al horizonte lejano.
Su velerito espera,
varado en la arena,
a que el capitán
decida izar la vela.
Temor siente
de lanzar su navío,
a las aguas oscuras
del mar bravío.
Y con gesto adusto,
el pequeño asiente.
Y su pequeño barquito,
bota al mar, valiente.
Pedro.