EN MI VIEJO LIBRO
En mi viejo libro de los recuerdos,
enterré mi pobre deseo olvidado,
escribí en tinta seca mis sueños,
arrugadas fotos de amor ajado.
¿Qué malditos anhelos son mis dueños?
Con un candado y llave de plata,
no ha de ver el sol, ni luna, ni llama,
anclado a mi abismo de vida vana,
el sempiterno libro me reclama.
¿Podré descansar, pobre alma liviana?
Pedro