miércoles, 30 de diciembre de 2015

VUELTA AL HOGAR



Soy un pez, siempre lo he sido y siempre lo seré. Un pez de colores, de muchos colores, nadando entre corales y esponjas. Flotando en las corrientes que me surten de alimento. Inmerso en un hermoso mundo azul...              Esto pensaba Luís, mientras tecleaba mecánicamente en su ordenador,  listas y listas de cifras, una detrás de otra durante más de ocho horas al día, aunque el maldito empresario que le tenía exclavizado apenas le pagaba seis; había que pagar las facturas.
 No entendía como siendo    él un pez, podía estar en esta situación, superaba su capacidad de discernimiento. Pero esto iba a cambiar, pensó y una sonrisa se adueñó de sus facciones normalmente adusta. Con la nómina de este mes conseguiría el dinero suficiente para comprar un billete de avión a Madeira,  le habían dicho que era un sitio precioso, tanto en la superficie como debajo del agua, estuvo investigando en la web y se decidió por la Isla de las Flores.
Dos meses después, una pequeña reseña en portugués, en un periódico local daba la escueta noticia: se habían encontrado el cadáver de un hombre desnudo, pintado de colores y con una sonrisa plasmada en su rostro, flotando cerca del puerto deportivo.
En ordenador de Luís en la oficina, un salvapantallas advertía: "volví a casa, no me esperéis. :) "